¿A QUIÉN NO LE VA A GUSTAR UN IMPERIO ROMANO? Nº9

29.10.2024

¿A quién no le va a gustar un Imperio Romano? ¿A quién no le va a gustar cuando tiene unas calzadas romanas que unen ciudades y culturas de todo el imperio? 

En esta edición de a quién no le va a gustar un imperio romano quiero que hagamos una reflexión sobre la grandeza de la red de calzadas romanas. 

Por un lado, por la obra de ingeniería y planificación que fueron, pero también porque las calzadas romanas fueron mucho más que simples caminos; fueron las arterias de un imperio vasto y vibrante, que conectaban desde los rincones de Britania hasta los desiertos de Egipto. 

Gracias a ellas, personas, mercancías y culturas viajaban en todas direcciones, creando una red de comunicación y comercio sin precedentes. 

Entre las calzadas más destacadas, encontramos: La Vía Apia, la "reina de las calzadas" que conectaba Roma con Brindisi, pasando por ciudades clave de Italia. 

Fue un pilar en la expansión militar y comercial; la Vía Augusta que conectaba el sur de nuestra Hispania con los Pirineos, facilitando el comercio y la movilidad en toda la península y la Vía Salaria, una ruta de gran valor comercial que unía Roma con el Mar Adriático, esencial para el transporte de sal, uno de los bienes más preciados de la época. 

Lo asombroso es que muchas de estas calzadas siguen marcando la geografía actual: la red de carreteras modernas de Europa sigue caminos trazados por los romanos hace más de dos mil años. 

¡Su ingeniería ha dejado una huella que perdura en nuestras ciudades y vías! Así que ¿a quién no le va a gustar una calzada romana?