ADVENTUS DOMINI

Estamos ya en la segunda semana de Adviento y tenemos nuestro calendario en marcha, pero ¿cuál es el origen de la palabra y de la práctica del Adviento? Pues eso vamos a conocer hoy. 

La palabra "Adviento" proviene del sustantivo latino "adventus" formado por el supino del verbo venio, venire, veni, ventum (venir / llegar) con el prefijo ad que refuerza su valor de llegar a un lugar. 

Pero nuestra palabra "Adviento" y lo que significa para nosotros proviene de la expresión latina "Adventus Domini" que se puede traducir como "la llegada del Señor", refiriéndose con ella a Cristo y su llegada al mundo con su Nacimiento el día de Navidad. Se encuentra en el Sacramentario gelasiano (Sacramentarium Gelasianum),​ que hace referencia al Adviento como un tiempo de seis semanas preparatorio de la Navidad. 

El Adviento estuvo contemplado desde el siglo IV donde se inició a moldear en la Galia e Hispania y tenía una duración de 3 semanas como atestigua el Concilio de Zaragoza en Hispania e Hilario de Poitiers en la Galia. En Roma también existía esta preparación previa para la Navidad. 

Al papa Siricio se le   atribuye la unificación de la celebración del Adviento con seis semanas de duración. Posteriormente se redujo a cinco semanas y con el papa Gregorio Magno fue quien le dio su duración actual de cuatro semanas. 

Dentro de estas cuatro semanas se conciben dos partes: las primeras dos semanas sirven para meditar sobre la venida final del Señor, cuando ocurra el fin del mundo; mientras que las dos siguientes sirven para reflexionar concretamente sobre el nacimiento de Jesús y su irrupción en la historia del hombre en Navidad. 

 Los principales interventores en el Adviento son el profeta Isaías, Juan el Bautista y la Virgen María a quien se le anuncia la llegada del Señor. 

Además, los símbolos del Adviento son el color morado, la corona de Adviento y las antífonas de la O.