ALOE BARBADENSIS

03.06.2024

Empezamos la semana escribiendo una nueva página de nuestro cuaderno de botánica conociendo una planta muy interesante. ¡Vamos a ello! 

La planta de este mes es el Alovera. Plinio el Viejo ofrece una descripción detallada y extensa del aloe en su obra Historia Natural. Entre lo que nos cuenta de esta planta nos da sus propiedades, usos medicinales y características. 

Plinio nos habla del aloe en estos términos: Aloe quidem mira prorsus commendatione digna est: medetur vulneribus eximie, que podríamos traducir como: El aloe, sin duda, es digna de una maravillosa recomendación: cura las heridas de manera excelente. 

De esta manera, Plinio destaca las propiedades curativas del aloe, especialmente su eficacia en el tratamiento de heridas y úlceras. Específicamente, menciona que el aloe es excelente para curar heridas, como hemos visto en esa frase. 

Pero no solo pues también nos cuenta que se utilizaba en medicamentos para los ojos, debido a sus propiedades calmantes y curativas. Plinio menciona su uso para tratar diversas afecciones oculares: Praecipue laudatur in medicamentis ad oculorum vitia, et ad ulcera quoque veterum que podemos traducir como se alaba especialmente en los medicamentos para las afecciones de los ojos, y también para las úlceras antiguas. 

Entre estas úlceras de las que habla se encuentran las quemaduras y heridas debido a sus propiedades cicatrizantes y antiinflamatorias. Se aplicaba directamente sobre la piel afectada para acelerar la curación. Para uso medicinal Plinio nos dice que se realizaba una extracción del jugo de las hojas del aloe, que luego se secaba y se utilizaba en forma de polvo o se mezclaba con otros ingredientes para los ungüentos. 

Por otro lado, el aloe también tenía importancia comercial y se importaba de lugares como la India y Arabia, lo que subraya su relevancia y demanda en el mundo antiguo: Ex India et Arabia advehitur, multum laudata ob utilitatem. 

Ahora cuéntame, ¿conocías todas estas aplicaciones? Te leo en comentarios.