ARBUTUS UNEDO
¿Sabías que el madroño, símbolo de Madrid, tiene una historia fascinante que conecta la Antigua Roma con la botánica moderna?
Este árbol, conocido en latín como Arbutus unedo, fue mencionado por Plinio el Viejo en su Naturalis Historia (Libro XV, 37). Según el sabio romano, su nombre deriva de "unum edo", es decir, "como solo uno". ¿La razón? Su sabor intenso hacía que bastara con probar un solo fruto para quedar satisfecho, además de por el alcohol de sus frutos.
Plinio describía al madroño como un árbol modesto pero resistente, capaz de crecer en suelos pobres y terrenos montañosos, un símbolo de adaptación en el Mediterráneo. Aunque sus frutos no eran especialmente apreciados como alimento, se usaban para elaborar una bebida alcohólica rudimentaria, mostrando que incluso en lo simple hay utilidad.
Siglos más tarde, el madroño ganó un lugar destacado gracias al padre de la taxonomía moderna, Carl Linneo, quien incluyó al Arbutus unedo en su sistema de clasificación botánica en 1753. Linneo reafirmó el significado del nombre romano, perpetuando la conexión entre la ciencia antigua y moderna.
Para Linneo, el madroño no solo era un árbol mediterráneo, sino también un ejemplo de cómo la naturaleza guarda secretos que vale la pena descubrir y catalogar. Hoy, el madroño ha trascendido su modesta reputación en la Antigua Roma para convertirse en un emblema cultural y ornamental.
En España, es inseparable del oso en el escudo de Madrid, recordándonos que lo extraordinario puede surgir de lo cotidiano.
¿Sabías que el madroño conecta la botánica romana y moderna? ¿Has probado sus? ¡Cuéntame en comentarios!