CAISTE, ALTIVA ROMA, EN FIN CAISTE

09.02.2023
Fuente de la imagen: Mauro Grazzi via Unsplash
Fuente de la imagen: Mauro Grazzi via Unsplash

Caíste, altiva Roma, en fin caíste,
tú, que cuando a los cielos te elevaste,
ser cabeza del orbe despreciaste,
porque ser todo el orbe pretendiste.Cuanta soberbia fábrica erigiste,
con no menor asombro despeñaste,
pues del mundo en la esfera te estrechaste,
¡oh Roma!, y sólo en ti caber pudiste.Fundando en lo caduco gloria eterna,
tu cadáver a polvo reducido,
padrón será inmortal de tu victoria;porque siendo tú sola lo que has sido,
ni gastar puede el tiempo tu memoria,
ni tu ruina caber en el olvido."

Gabriel Álvarez de Toledo (1662-1714)

Hoy quería compartir contigo este soneto sobre Roma de Gabriel Álvarez de Toledo.Lo conocí hace poco por casualidad y me resultó muy curioso además de encantarme. 

El poeta reflexiona sobre la historia de Roma y cómo llegó a ser grande, incluso llegando a ser la cabeza del mundo -caput mundi-, y cómo posteriormente sufrió un declive que sumió su grandeza en ruinas, pero no por ello ha dejado de ser importante ni ha caído en el olvido. 

Lo he dicho en muchas ocasiones y en mi vida privada lo digo mucho: Roma no se hizo en un día, pero poco a poco llegó a ser un Imperio que a día de hoy sigue en pie a través de todo su legado. 

Es cierto que cayó, pero al aun así sigue siendo fuente de inspiración y la cuna de nuestra cultura.Y sin duda, el poema de Álvarez de Toledo nos lo recuerda de una forma un poco cruda quizá al principio, pues se burla de la ciudad y la personifica para decirle que fue altiva y sobre todo ambiciosa queriendo conquistar todo el mundo para luego quedar reducida a polvo, aunque al final le reconoce que a pesar de todo, su gloria está siendo eterna. 

Ahora cuéntame, ¿qué te transmite a ti este poema? Te leo en comentarios.