CARPE DIEM
En esta semana dedicada al solsticio del verano, no podía faltar en Latín y Roma la máxima horaciana carpe diem para recordaros que hay que aprovechar el momento y en especial este verano que empieza.
Carpe diem es una frase que se encuentra en la oda 11 del libro I de Horacio, en concreto en el verso 8.
Horacio dedica esta oda a Leucónoe, una mujer cuyo nombre probablemente es supuesto, y la disuade de darse a las creencias orientales y la astrología para saber cuál va a ser su porvenir y justamente con esta frase carpe diem (coge el día), la invita a vivir el momento y no preocuparse por el futuro.
Esta oración pasó a nombrar el tópico literario de la literatura, pero antes de esta oda horaciana no es el primer texto donde este tópico se encuentra, sino que desde los textos sumerios ya hay testimonios.
Dentro de la literatura sumeria en la tablilla X del Poema de Gilgamesh del año 2.500 a.C. se encuentra la frase: "cada día celebra una alegre fiesta". En la Canción del Arpista de la XI dinastía egipcia se exhorta a alegrar el corazón.
En la Biblia también se encuentra el tópico en el Eclesiastés.
En la literatura griega también se encuentra en la Ilíada de Homero, en Semónides, Mimnermo y algunos otros autores griegos.
Mientras que en la literatura latina Varrón lo inserta en sus Sátiras Menipeas, en el poema V de Catulo (Vivamus, mea Lesbia, atque amemus...), Virgilio en sus Geórgicas y en algunas otras composiciones de Horacio, aparte de esta oda 11.
Información: TFG Formación y desarrollo del tópico Carpe diem en la literatura grecolatina de Aurora Campos.