EGERIA
Llevamos dos días hablando sobre la obra y viaje de Egeria, pero no hemos hablado mucho de ella, por eso hoy vamos a dedicar la publicación a conocer mejor a esta escritora y viajera, ¡vamos a ello!
El nombre de nuestra autora se ha llegado al acuerdo que es Egeria, aunque en las copias de sus escritos su nombre aparece en diferentes grafías: Aetheria, Echeria, Etheria, Heteria, Eiheriai o Egeria. De hecho, diferentes estudiosos de su obra se han acogido a una u otra grafía, pero sobre todo W. Lindsay y J. F. Montfort propusieron la grafía Egeria, por figurar así en el Liber Glossarum, anónimo del año 750, en los catálogos de la Biblioteca de San Marcial de Limoges (Itinerarium Egerie abbatisse), y en algunas variantes de la carta de San Valerio, siendo además la forma más extendida en todas sus referencias.
Sobre su biografía no sabemos mucho más allá del nombre y que pudo ser de la Gallaecia de Hispania por lo que decía San Valerio en su carta. Por poder realizar su viaje, así como de la redacción que hace de él y el conocimiento de las Escrituras que demuestra en su texto, se entiende que tuvo que ser una dama noble y culta con dinero además de tener una gran fe y religiosidad.
También se suele decir que fue una monja, pero en la época en la que escribe Egeria ese término no es correcto, pues aún no se había creado la figura de la monja que se conoce hoy, estaban empezando a surgir en el siglo IV, pero en Tierra Santa, en Hispania no había.
Esta conjetura de su monacato se da por cómo trata a las
destinatarias de sus textos a las que en muchos casos llama "sorores",
hermanas en español, que en la actualidad es un término usado en las órdenes
religiosas, pero en verdad en la época de Egeria se utilizaba como una manera
demostrar la cercanía y su unión en la fe, como hace San Pablo en sus cartas
donde incluye el término "frater" para sus receptores. En cuanto a su muerte,
no hay constancia de la fecha, el lugar ni las
circunstancias.