EL AMOR FRATERNO
Hoy es Jueves Santo, uno de los días más grandes para la Iglesia, de hecho, según el refrán es uno de los tres jueves que hay en el año y que relucen más que el sol. Esto se debe a que para la Iglesia hoy se celebra la instauración del sacerdocio y la eucaristía, pero también el mandamiento del amor y el amor fraterno y de esto último es de los que vamos a hablar hoy. ¡Vamos a ello!
El considerado como el "mandamiento del amor" no está presente de forma explícita en las lecturas del Jueves Santo, pero sí está presente en la liturgia el mandamiento nuevo que Jesús dejó a sus discípulos en la Última Cena y que queda recogido en el Evangelio según San Juan, 13, 34-35: 34Mandatum novum do vobis: ut diligatis invicem: sicut dilexi vos, ut et vos diligatis invicem. 35 In hoc cognoscent omnes quia discipuli mei estis, si dilectionem habueritis ad invicem.
Traducido al español: 34 Un mandamiento nuevo os doy: que os améis los unos a los otros, así como yo os he amado, que también vosotros améis los unos a los otros. 35 En este gesto todos sabrán que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos para los otros.
Pues bien a este nuevo mandato y al querer a los otros como ha hecho Jesús con los demás, es a lo que se conoce como amor fraterno, pues se trata de un amor entre iguales como si se tratara del amor de unos hermanos dentro de una familia.
Desde el punto de vista de la lengua latina, tenemos que poner el foco en los verbos que se usan para el mandamiento, pues se usa el verbo "diligo" que, como ya hemos aprendido en Latín y Roma en otras ocasiones, es el verbo que expresa "el amor por elección" y es justamente el más indicado para este nuevo mandato, pues se busca que se quiera al prójimo por voluntad.