EL CONTENIDO DE LAS BUCÓLICAS
Ayer comentamos grosso modo las Bucólicas de Virgilio, por ello hoy vamos a profundizar un poco más. ¡Vamos a ello!
Si recuerdas, ayer vimos que están escritos en diálogos o monólogos en versos hexámetros y que se cree que hay una relación entre ellas debido a la afinidad de temáticas entre ellas.
Así la I está relacionada con la IX por
tratarse de dos églogas más personales que tratan de la confiscación de
tierras que también sufrió Virgilio en sus carnes.
La II está relacionada con
la VIII y ambas tratan las pruebas de amor, por su parte la III y la VII
tratan sobre la música como un método de liberación.
Tanto la IV como la VI
se consideran los cantos de las revelaciones sobrenaturales pues son cantos
efectuados por la Sibila y el Sileno, respectivamente.
La V y la X tratan
sobre la poesía pastoril y la elegíaca pues en V los pastores cantan la
muerte y apoteosis del pastor Dafnis realizando un concurso amistoso de
poesía y en la X, como ya hemos visto, se nos cuentan los sufrimientos de
Cornelio Galo, mientras también se trata sobre los temas recogidos en la
poesía pastoril.
Además, todas las églogas comienzan con un pastor sentado a la sombra tocando la flauta y terminan con las imágenes del atardecer como si cada composición constituyese un día completo.
También la obra general comienza con Melibeo en la composición I describiendo a Titiro echado a la sombra y en la égloga X se cierra el libro de las Bucólicas con una orden de alejarse de la sombra e irse del pasto porque ya llega el lucero de la tarde.
En el interior de cada égloga podemos encontrar multitud de contrastes,
alusiones, simetrías y juegos de palabras que hacen que sean una lectura deliciosa.