ERICA ARBOREA

21.01.2025

Hoy escribimos una nueva página de nuestro cuaderno de botánica sobre una planta humilde pero fascinante: el brezo (Erica), tal y como lo describe Plinio el Viejo en su monumental Historia Natural.

¿Sabías que esta planta tenía un lugar especial en la vida cotidiana y la medicina romana? El brezo, conocido por crecer en terrenos áridos y poco fértiles, simbolizaba la resiliencia en la naturaleza. 

Para los romanos, su capacidad de prosperar donde otras plantas no podían lo convertía en un recurso valioso. Plinio destaca que las ramas de brezo eran empleadas para fabricar escobas, una herramienta esencial en los hogares romanos por su flexibilidad y resistencia. 

Además, en el Libro XXIV de la Historia Natural, menciona un uso medicinal destacado: "Ericae radix decocta urinae difficultates levat" (La raíz del brezo, cocida, alivia las dificultades urinarias). Los romanos aprovechaban sus raíces en infusiones para tratar problemas urinarios y como depurativo natural. 

Su nombre tiene raíces profundas: Erica proviene del griego antiguo ereíkē (eríkē), latinizada como erice y erica, refiriéndose al "brezo" en general, tanto al género Erica como a Calluna vulgaris (L.) Hull, llamada brecina. 

Más tarde, en el siglo XVIII, el botánico Carlos Linneo clasificó formalmente el brezo como Erica en su sistema de nomenclatura binomial, destacando su amplia distribución en Europa y su resistencia en suelos pobres. 

¿Conocías esta planta y sus usos? Te leo en comentarios.