ET TABULA UNA DUOS POTERIT COMPONERE AMANTIS

 El fin de semana pasado ya os dije que iba a ver Titanic por primera vez para una publicación y aquí está la publicación. Igual te sorprende la ilustración de esta publicación y te estás preguntando qué tiene que ver Propercio con el Titanic. Pues bien ya mismo te lo cuento. 

Propercio en su Libro II de elegías tiene una elegía, la número 26, en la que el poeta expresa los temores que le acechan desde que en sueños ha visto a su amada Cintia sufriendo un naufragio. 

El poeta ha visto a Cintia en medio del mar y se está hundiendo. Entonces Propercio teme que Cintia se ahogue y fallezca ahí por lo que reza a Neptuno, Cástor y Pólux y a Leucótoe. 

Cintia sigue hundiéndose, pero no para de llamar a Propercio y en este punto el poeta alaba la belleza de su amada diciendo que si Glauco hubiese visto sus ojos la habría convertido en ninfa del mar e ipso facto se nos cuenta que en el sueño de Propercio un delfín iba a salvar a Cintia y ahí fue cuando él se despertó. 

El poema no acaba ahí, sino que continúa. Propercio nos cuenta todo lo que Cintia lo ama como justificación para lo que viene después: si Cintia fuese a viajar pediría a Propercio que la acompañase para poder soportar los peligros. 

Y en esta parte del poema es donde viene el verso que comparto en la ilustración "et tabula una duos poterit componere amantis" (y una misma tabla podrá servir a los dos amantes). 

Propercio enumera las cosas que haría con Cintia si les pasase algo en alta mar: dormirían en la misma orilla, bajo el mismo árbol y beberían siempre de la misma agua además de que una tabla será el barco para los dos y continúa haciendo promesas de lo que hará si tienen que vivir una situación calamitosa. 

Posteriormente pasa a un tono más positivo pues piensa que Neptuno no permitiría que unos amantes viviese algo así porque él también sabe lo que es amar y para cerrar la elegía Propercio compuso el siguiente dístico que a mí me ha encantado: 

quod mihi si ponenda tuo sit corpore vita,
    exitus hic nobis non inhonestus erit. 

Pero si tuviera que entregar mi vida sobre tu cuerpo,
       no me será deshonroso ese final. 

Cuando leí esta elegía lo primero que me vino a la mente fue el Titanic y la historia de amor de Jack y Rose y cuando llegué al "verso de la tabla" fue aún más evidente. 

¿Tú conocías esta elegía? ¿Ves también la relación con Titanic o es cosa mía? Te leo en comentarios.