ETIMOLOGÍAS VOLCÁNICAS
Los volcanes y la lava han sido de las cosas que más me han gustado de mi viaje a Lanzarote y lo mejor de ellos es que todos los términos proceden del latín. Eso es lo que vamos a conocer hoy, las etimologías sobre volcanes que proceden del latín. ¡Vamos a ello!
Para comenzar la palabra que nos ha traído hasta aquí, el volcán, tiene su origen en el nombre de la divinidad del fuego y los volcanes, Vulcano, Vulcanus en latín. Y se le conoce por este nombre porque según la mitología, este dios vivía en un volcán en concreto en el Etna de Sicilia de ahí que las montañas que echan fuego como el Etna se les conozca por el nombre de esta divinidad.
El cráter es un étimo directo que procede del griego, pero a nosotros se nos ha transmitido desde el latín cratera. Esta palabra griega κρατήρ, en latín se calcó como cráter y hacía referencia a una copa ancha para mezclar el vino con el agua y se empleó para los volcanes porque su figura es igual a esas copas.
En el caso del magma, también procede del griego y los romanos lo tomaron de él. Con "magma" en la Antigüedad se hace referencia a una "pasta" o "ungüento" que en parte es lo que es el magma que brota del cono volcánico.
La lava, por su parte, aunque a simple vista no parece que proceda del latín, también viene del lenguaje de los romanos. En concreto, su étimo viene del verbo deponente "labor" que significa "fluir", "deslizarse", que al fin y al cabo es lo que hace esta materia.
También la palabra "erupción" proviene del latín "eruptio, -onis" y este a su vez del verbo "errumpere" que significa "salir con violencia" como lo hace la lava en una erupción volcánica. Como ves, al final hablamos latín y griego y conocer estas lenguas nos aporta un gran conocimiento de nuestro propio idioma.
Cuéntame, ¿conocías estas etimologías?