IN PRINCIPIO CREAVIT DEUS CAELUM ET TERRAM
Para la Iglesia hoy es el día más importante del calendario litúrgico, es la noche de la Resurrección de Jesús, la noche en la que las tinieblas dejan paso a la luz. Por ello, en la liturgia de hoy, en la Vigilia Pascual, las lecturas son todas de júbilo y de dar a conocer la grandeza de Dios.
Así pues la primera lectura que se hace en esta noche tan especial es la lectura de la creación de la tierra, la primera gran obra de Dios. Para ella se sigue el libro del Génesis, en concreto se leen el capítulo 1 completo y los dos primeros versículos del capítulo 2.
En este texto se cuenta cómo fue la creación del cielo y la tierra además de la creación del hombre, siguiendo el orden de los 7 días de la semana y con las indicaciones de Dios para que cada elemento se formase. Además, el texto es bastante repetitivo en su estructura así como en su lenguaje pues siempre se nos transmite lo que dijo Dios para que se creara un elemento y lo que hizo con él y qué nombre le dio Dios a ese elemento.
A esta secuencia le suele seguir una expresión temporal que es siempre la misma: "factumque est vespere et mane dies" a la que le sigue el número ordinal del día que ha pasado. De todas las lecturas que se leen en esta noche mi favorita es esta por la estructura tan particular del texto, pero también porque me recuerda al principio de las Metamorfosis de Ovidio cuando en los versos 5 al 88 en su libro I se nos cuenta cómo el mundo pasó del caos al cosmos, pues tanto en Ovidio como en el Génesis la tierra era inánime hasta que Dios le dio su aliento y en las Metamorfosis se nos dice algo parecido.
También está presente en ambas la oscuridad, las sombras y las
tinieblas y cómo se van venciendo, pero sobre todo Ovidio nos presenta un
Demiurgo, un dios que ordena el caos mediante tareas, como Dios en la Biblia.
Además también coinciden en la creación del hombre: procede del polvo del
suelo pero con un aliento vital infundado por la divinidad.