LA COLUMNA DE MARCO AURELIO
Terminamos la semana viajando a Roma para continuar con la explicación sobre las columnas… ¡Vamos que nos vamos!
Ayer conocimos más sobre las columnas dentro de la arquitectura romana, pero no nos dieron los caracteres para hablar de otro tipo de columnas: las columnas conmemorativas, por ello hoy viajamos a conocer in situ la Columna de Marco Aurelio que es un ejemplo de ellas.
Como vimos ayer, los romanos tomaron de los griegos las columnas con sus modelos, dórico, jónico y corintio, y los utilizaron en sus edificios, llegando a utilizar los tres tipos en una misma edificación como es el caso del Coliseo. Pero también erigieron columnas aisladas a modo de monumentos conmemorativos.
Estas columnas contaban con una basa como las de los edificios, pero además se añadía una peana gigante sobre las que se levantaba el fuste. En cuanto a éste, no estaba estriado, sino que normalmente un relieve de figuras narraba los acontecimientos por los que se erigía la columna y en la parte superior, sobre el capitel se solía colocar una estatua de la persona conmemorada.
Explicado esto, analicemos y conozcamos mejor la estatua de Marco Aurelio. Su construcción se llevó a cabo entre los años 176 y 192 para celebra las victoria del emperador Marco Aurelio contra los germanos en el Danubio.
En el caso de esta columna, el fuste muestra escenas de las guerras por las que se conmemoraba a Marco Aurelio con esta columna. La columna que vemos ahora en la Piazza Colonna de Roma, no es la columna romana original, pues en 1589 el papa Sixto V mandó restauró la columna y durante la restauración las inscripciones dañadas y erosionadas fueron eliminadas además de reducirse la base para que la estructura tuviese más estabilidad.
Además, como la estatua de Marco Aurelio
que debía coronar la columna se había perdido, el papa añadió una estatua de
bronce de San Pablo. También añadió una inscripción en la que se equivocó
pues indicaba que esta es la columna de Antonino Pío.