LA TRAYECTORIA DE JULIO CÉSAR EN LA GUERRA CIVIL
Suetonio en su Vida de los doce Cesares I, 34-35, nos hace un resumen de cómo fueron las acciones de Julio César en la guerra civil contra Pompeyo.
La traducción al español de Rosa Mª Agudo para Gredos nos los cuenta así: ocupó Piceno, Umbría, Etruria, sometió a su autoridad e hizo dimitir a Lucio Domicio, que con motivo del estado de guerra había sido nombrado su sucesor y ocupaba Corfinio con una guarnición, y se dirigió, siguiendo la costa del mar Adriático, a Brindisi, adonde se habían refugiado los cónsules y Pompeyo con la intención de cruzar el mar cuanto antes.
Después de haber fracasado en su intento de impedir con todo tipo de obstáculos su partida, volvió sobre sus pasos en dirección a Roma, habló a los senadores sobre la situación política, y marchó contra las mejores tropas de Pompeyo, que se encontraban en Hispania a las órdenes de los tres legados Marco Petreyo Lucio Afranio y Marco Varrón, no sin antes declarar a sus amigos que iba contra un ejército sin general y que de allí volvería contra un general sin ejército.
Y aunque le hicieron retrasarse el asedio de
Marsella, que le había cerrado las puertas en su camino, y una extrema
escasez de víveres, logró, sin embargo, rápidamente una total victoria. Tras
haber vuelto de Hispania a Roma, pasando a Macedonia derrotó por fin a
Pompeyo en la batalla de Farsalia, después de haberlo tenido sitiado durante
casi cuatro meses tras inmensas fortificaciones, y persiguiéndolo en su huida
a Alejandría, cuando descubrió que había sido asesinado, emprendió una guerra
con el rey Ptolomeo (que veía que también a él le tendía emboscadas)
especialmente ardua, ya que ni el lugar ni el tiempo le eran favorables, sino
que se desarrolló en invierno y dentro de las murallas de un enemigo muy bien
pertrechado y muy astuto, mientras que él mismo carecía de todo y no se
encontraba preparado. Vencedor en ella, entregó el reino de Egipto a
Cleopatra y a su hermano menor (…).