LAWSONIA INERMIS
Este martes vamos a conocer mejor la alheña, un vegetal que dicho así seguro que no te suena de nada, pero que si te menciono la palabra "hena" te sonará más, ¡Vamos a ello!
Para descubrir la alheña vamos a seguir la Historia Natural de Plinio el Viejo en la que nos dice que la alheña se utilizaba en la Antigüedad como tinte para el cabello y la piel.
Este pigmento natural, extraído de las hojas de la planta Lawsonia inermis ha sido empleado en el campo de la medicina por sus supuestas propiedades antiinflamatorias y cicatrizantes, como nos cuenta Plinio también.
En concreto sobre ella Plinio el Viejo nos dice que la alheña era altamente valorada por los antiguos egipcios, quienes la utilizaban en ceremonias religiosas y funerarias. Asimismo, los griegos y romanos también apreciaban sus propiedades, considerándola un símbolo de belleza y poder.
La alheña, con su tono rojizo característico, simbolizaba la vida, la fertilidad y la protección contra el mal de ojo en muchas culturas, de ahí que se utilice para los tatuajes de hena. En cuanto a las características de la alheña tenemos que saber que se trata de un arbusto de hojas pequeñas y flores blancas o rosadas, que crece principalmente en regiones cálidas y secas.
En estas hojas es de donde se extra el pigmento natural llamado lawsone o hena, responsable de su capacidad para teñir la piel y el cabello de tonos rojizos.
Ahora cuéntame, ¿conocías la procedencia de la hena? Te leo en comentarios.