LOS CAMELLOS SEGÚN PLINIO
De Lanzarote me ha gustado todo y dentro de ese todo se encuentran los camellos. Estos animales en la actualidad solo se encuentran en el Parque Nacional del Timanfaya, en concreto en el Echadero de camellos, donde se encuentran las caravanas que suben a los visitantes al parque.
Pero en el pasado fueron esenciales, pues debido a sus características físicas eran los animales que mejor se podían adaptar a las condiciones climáticas y del terreno de la isla, así se emplearon para las labores del campo, el transporte de mercancías y también como taxi.
Ahora quizá te preguntes qué características tienen los camellos que los hacen idóneos para Lanzarote, pues para eso, una vez más, vamos a recurrir a Plinio el Viejo porque en su capítulo 26 del libro VIII de su Historia Natural nos cuenta cómo son los camellos, ¡veamos! Esto es lo que dice Plinio de los camellos:
Los camellos
se alimentan en manadas en Oriente. Los hay de dos clases diferentes, los de
Bactriana y los de Arabia ; los primeros tienen dos jorobas en el lomo, y los
segundos sólo una; tienen también otra joroba bajo el pecho, por medio de la
cual se sostienen cuando están reclinados. Todos ellos se emplean como
bestias de carga, transportando cargas sobre el lomo, y responden al
propósito de la caballería en la batalla. Su velocidad es la misma que la del
caballo, pero su capacidad de resistencia a este respecto es proporcional a
su fuerza natural: nunca irá más allá de su distancia acostumbrada, ni
recibirá más carga de la habitual. Puede soportar la sed incluso durante
cuatro días, y cuando tiene la oportunidad de obtener agua, bebe, por así
decirlo, tanto para la sed pasada como para la futura, habiendo tenido
primero cuidado de molestar al agua pisoteándola; sin hacer esto, no
encontraría placer en beber. Viven cincuenta años, algunos incluso cien.