QUOD CUIQUE TEMPORIS AD VIVENDUM DATUR, EO DEBET ESSE CONTENTUS

03.01.2023

Por lo tanto el tiempo que se da a cada uno es para vivirlo, por esto mismo se debe estar contento. 
Cicerón, De Senectute, XIX, 69. 

Dentro de su obra dedicada a la vejez, como no podía ser de otra manera, Cicerón también trata sobre la muerte, pues uno de los pilares que quiere tratar en el diálogo, y sobre todo quiere refutar usando a Catón como interlocutor, es el que se considere miserable a la vejez por estar cercana a la muerte. 

Así, la frase que hoy comparto contigo, quod cuique temporis ad vivendum datur, eo debet esse contentus (debemos contentarnos con el tiempo que se nos da a cada uno para vivir), nos recuerda el momento de la muerte como el fin del tiempo de nuestra vida y así mismo introduce una suerte de tópico "carpe diem" que nos recuerda que tenemos que disfrutar de nuestros días. 

Esta frase es un reflejo de la idea que Cicerón nos expone a través de Catón: si la vida se ha aprovechado, la vejez no es tan mala, además si se afronta con buen ánimo, la vejez no tiene por qué ser una condena o tortura, sino que se puede aprovechar y se puede disfrutar ocupando el tiempo libre en aprender cosas nuevas. Un ejemplo de lo que se puede llegar a hacer en la vejez, nos lo da el propio Catón poniéndose a sí mismo como ejemplo, así en el parágrafo 26 nos dice que él aprovechó su vejez para estudiar y dominar el griego. 

 Además, en cuanto a esta frase, Cicerón nos pone una metáfora sobre el llegar al final de la vida que traducida al español queda así: Ni siquiera, como gustaría en general, es necesario que el actor actúe en toda la obra hasta el final para ser aplaudido. Lo importante es que en el tiempo que se le asigne actúe con toda perfección. 

En esta metáfora se compara la vida con una obra de teatro y es un aspecto romano que ya hemos podido descubrir en otras ocasiones, como en la narración de la muerte de Augusto según Suetonio.