VIAJANDO POR EL IMPERIO · CAPÍTULO V · VILLA ADRIANA EN TÍVOLI
Imágenes tomadas del banco de imágenes Pixabay.
En Latín y Roma vuestros sueños se hacen realidad. A petición de uno de vosotros hoy viajamos a Villa Adriana en Tivoli, la antigua Tibur en época romana.
Según Catón y su obra Orígenes, Tibur fue fundada por Catilio el Arcadio, hijo de Anfiaro, que llegó allí escapando de la matanza de Tebas (Grecia). Catilio y sus tres hijos Tiburtus, Coras y Catillus expulsaron a los sículos de la meseta de Aniene y fundaron una ciudad que llamaron Tibur en honor a Tiburtus.
Según la arqueología y los vestigios encontrados, los asentamientos en la zona se remontan al siglo XIII a.C. y el nombre de la ciudad puede compartir una raíz común con el río Tíber y el praenomen latino Tiberius.
Durante la época romana Tibur mantuvo cierta importancia, al encontrarse en el camino (la Vía Tiburtina, extendida como Vía Valeria) que los romanos debían seguir para cruzar las regiones montañosas de los Apeninos hacia los Abruzos. Al principio fue aliada independiente de Roma, pero en el 361 a.C. se alió con los galos y en el 338 a.C. fue derrotada y absorbida por los romanos.
La ciudad adquirió la ciudadanía romana en el 90 a.C. y se convirtió en una zona turística famosa por su belleza y sus buenas aguas, y se enriqueció con muchas villas romanas. La más famosa, de la que se conservan las ruinas, es la Villa Adriana que hoy visitamos pero también Mecenas y Augusto tenían villas allí, y el poeta Horacio tenía una modesta villa de hecho tanto él como Catulo y Estacio mencionan Tibur en sus poemas.
La Villa Adriana fue creada como lugar de retiro de Roma por el emperador Adriano en el siglo II. Allí pasó los últimos años de su vida y fue desde donde gobernó el imperio. Llegó a ser un complejo con más de 30 edificios en una extensión de al menos un kilómetro cuadrado.
Fue construida en cuatro fases con una planificación previa puesto que se han encontrado túneles y galerías para que el servicio se moviera por la villa sin importunar a Adriano y sus invitados. la Villa fue como una pequeña ciudad con palacios, fuentes, termas, bibliotecas, teatros, templos, salas para ceremonias y habitaciones para los miembros del servicio de Adriano.
Se conservan en pie partes de la Academia, el Antinoeion o el Palacio de Invierno, pero sobre todo destaca el Canopeo un jardín con un canal en el centro rodeado de columnas que en su día contaban con estatuas que además yo creo que es la imagen que todos tenemos en mente de la Villa.
Un sitio más al que me encantaría poder ir pronto. ¿Vosotros habéis estado? Os leo.
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